¿Seré el único al que abatió este año?
Al menos soy testigo de que no; vi más de una vez todas las tragedias que pueden aparecer en cincuenta y dos semanas. Y es que las malas noticias no fueron solo personales, después de todo este año vivimos nuestro más fuerte intento de liberación, pero lamentablemente la fuerza asesina del Estado pudo más; vidas se perdieron. Fue indudablemente un año triste para muchos de nosotros, y como redactor de esta nota soy el primero en hacerlo ver.
Pero bueno, al menos sobrevivimos y seguimos aquí (los que pudimos... y si es que eso es algo bueno).