Etiquetas

jueves, 6 de enero de 2022

Y ni hablar del 2021

 ¿Seré el único al que abatió este año?

Al menos soy testigo de que no; vi más de una vez  todas las tragedias que pueden aparecer en cincuenta y dos semanas. Y es que las malas noticias no fueron solo personales, después de todo este año vivimos nuestro más fuerte intento de liberación, pero lamentablemente la fuerza asesina del Estado pudo más; vidas se perdieron. Fue indudablemente un año triste para muchos de nosotros, y como redactor de esta nota soy el primero en hacerlo ver.

Pero bueno, al menos sobrevivimos y seguimos aquí (los que pudimos... y si es que eso es algo bueno).

De cualquier forma tampoco he venido hasta aquí solo para quejarme; porque toca defender la verdad y aceptar que hubo un montón de momentos maravillosos vividos este año, disfruté de la compañía grata de muchas personas y el apoyo fundamental de mis amigos; y como siempre, experiencias nuevas de todo tipo, que como es costumbre, resumo en la siguiente lista:

Para empezar, recibí el año nuevo en mi pueblo, cosa que no hacía desde hace varios años.

Desde el primer día comencé con caminos y paisajes hermosos. Vi muchos de ellos este año.

Celebré fiestas que no esperaba celebrar.

Obtuve regalos que no esperaba obtener.

Aprendí un poco más sobre el valor de estar solo.

Encontré un nuevo hobby muy apasionante. Y que me llena los ojos de imágenes.

Vi muchas lunas, muchos atardeceres.

Hice de mi arte fuente de dolor y de placer.

Fui a un montón de sitios nuevos (a algunos de ellos no de manera legal jajaja), Exploré, recorrí y me aventuré.

Supe lo que es el trabajo físico, duro y parejo.

Sufrí un montón de pérdidas materiales y problemas inesperados de todo tipo: robos, asaltos, caídas y demás.

Pero sirvieron para mejorar mi desarrollo de personaje, y asegurar con mayor firmeza que mis amigos valen oro.

Pero no solo recibí apoyo, sino que también fui un fuerte sostén para otras personas.

El covid dio conmigo.

También saqué esta hermosa foto.

Como cada año, conocí un montón de gente nueva, dejé ir a otras y me replanteé viejas amistades.

Padecí mucho, todo tipo de dolor.

Me vi atrapado en círculos viciosos horribles, más de una vez.

Se afianzaron mis vicios.

Lloré, lloré mucho.

Terminé el Inktober... en teoría no, pero los hice todos.

Dejé pasar oportunidades, algunas porque no tuve opción, otras por distraído, otras por imbécil.

Vi la belleza en muchas formas y presentaciones.

Descubrí un montón de cosas que me estaba perdiendo y debí prestarles más atención antes.

Intenté cosas que quedaron en nada. Y fui un completo irresponsable, en lo mío y en lo ajeno.

Cambié muchos conceptos sobre quién soy, lo que quiero hacer y mi plan de vida.

Y es que este año fue uno de constante lucha, estuve dándome puño limpio con la vida todo el año, y como era de esperarse fui completamente derrotado por ella. A pesar de todo lo que hice, fue un año en que no pude dar un paso hacia adelante; pero como Peter Parker, tuve que cambiar al recibir tanto granadazo, me volví más amargado, antipático y prepotente, pero también descubrí nuevas formas de convertirme en otro tipo de hombre, uno más honesto y claro, conocí nuevas formas de perdonar y amar, me reconcilié con el viejo yo para que entre los dos nos podamos levantar del piso y pedirle un nuevo round a la vida, a ver si este año por fin me mata o le agarro el culo.

Y como es costumbre, le pondré un título cursi a este año para mi yo del futuro, que por todo lo que pasó no encuentro mejor título que El Año de la Lucha.

A ti gracias por leer esta nota de pensamientos individuales, espero que también te hayas contagiado del optimismo que vi por todas partes al comenzar el 2022 y ¡FELIZ AÑO DEL TIGRE!

No hay comentarios:

Publicar un comentario